viernes, 3 de agosto de 2007

Hoy la tarde II

Una de mis favoritas, siempre me gusta. Esa lluvia que no cae, invierno, hace mucho frío. Hora de tomar la leche, la merienda, o el té, como quiera llamarlo; café con leche con tostadas de pan lactal. En el fondo, en un rincón, el equipo de música, de esos que quedaron de la familia o de los abuelos, o no, con tocadiscos. Como pasa con el equipo, pueden aparecer discos viejos, comprados, o como fuese. Seleccionando uno al azar, o no, suena uno que se titula "Billy Butterfield y Ray Conniff" que suponemos que es algo tipo charleston, o no. Con intriga, o sólo por el hecho de que de vez en cuando hay que usar la tecnología que poseemos a nuestro alcance, buscamos en un buscador, valga la redundancia, esa mujer rubia y hombre esbelto que aparecían en la tapa del vinilo. Resultados, cero, solo donde bajarse música, pero en ningún lado quiénes eran los que sonaban...

miércoles, 18 de julio de 2007

El mejor teatro, es la mejor obra

Todas las mañanas representaba el mismo teatro, sin salirse nunca del dócil guión. Su despertador sonaba histéricamente a las siete a.m.; su brazo, que colgaba como un péndulo por el costado derecho de la cama, se levantaba robóticamente, automatizadamente, y lo apagaba con un golpe seco. Su cuerpo, pringoso, caminaba pesadamente los diez pasos que lo separaban del baño, vaciaba su vejiga, y abría el grifo de la ducha, se posaba frente al espejo inconsciente, se cepillaba los dientes y se sumergía bajo el agua tibia. La angustia inconmensurable que revolvía su cuerpo. La misma taza, día tras día, la misma cantidad de café, las misma cucharadas de azúcar, el mismo periódico, el mismo sol tras la persiana baja, el mismo cantar de los zorzales y de los gorriones.

Y ese mismo cantar, reiteradamente, que le hacía subir la persiana esperando encontrar un tesoro. Los primeros rayos de sol que golpeaban en sus ojos le hacían retroceder unos pasos, pero al verse el cuerpo semidesnudo bañado en un amarillo pastel volvía a la ventana. El segundo acto comenzaba. Los árboles erectos bailando suavemente acaparaban su mirada. Trataba de alcanzar con su mano el éter corpóreo que él sabía que existía. La brisa golpeando afuera, ansiadamente sentirla en su piel. El frío del piso que subía lentamente hasta llegar al pecho donde escuchaba el latir de su débil corazón, sensible, tibio. Las manos, contemplándolas moviendo los dedos, sentir la sangre fluyendo, hincharse el pecho. Una leve sonrisa dibujándosele en su apaciguado rostro.
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Y los rostros de las personas que cruza en la calle, tanta infelicidad, tanto apuro. Un jardín floreciente lleno de excrementos, un pavimento áspero, un aire denso. Unos joviales niños corriendo en la plaza, un perro callejero moviendo la cola y unas palomas revoloteando en el cielo. Un paso, nauseas, palpitar, un personaje más de esta obra....

martes, 10 de julio de 2007

ABC

Antes bohemios, capaz despiertos excluídos, fornican gotas herméticas inconclusas, jeroglíficos karmas lo llaman, mañana ningún niño opacará puertas, quizás rueden solitariamente, tiernos, unánimes, voluptuosamente wagnerianos xenófobos yacen zodiacalmente.

sábado, 16 de junio de 2007

Las cerezas de la torta

Sobre 9 de julio, pero más adelante...

martes, 12 de junio de 2007

La calle pastafrola

Una esquina, sobre la 9 de Julio...

jueves, 31 de mayo de 2007

Ajeno a las lágrimas

Miércoles por la tarde, pasado el mediodía. Tenía que comprar algo, y como disponía de tiempo libre fui con la idea de hacerlo. A la primer casa que voy no tenían, me mandan a otra a unas veinte cuadras, decido ir caminando, es por la calle Cabildo. Camino, me gusta hacerlo e ir observando, o no, esquivar gente, mirar lo que hace, pensar, mirar el cielo, los edificios, nuevamene la gente, esquivarla. Mirar sin mirar, ver algo, que pasen menos de cinco segundos y olvidarme que miré, que pensé. De pronto veo a una gitana, o señora, o lo que fuere, de esas que piden en la calle, tiradas en la vereda, con una cartel y una lata, la veo como en un pestañear, menos de un segundo, y lo que veo es que está llorando desconsoladamente, con lágrimas de verdad en los ojos. Y sigo caminando, todos siguen caminando, repito, menos de un segundo fue. Ajeno a las lágrimas. Las cuadras pasan, en un puesto de diarios veo una revista que tiene una foto de Einsten vestido de cura y dice, "Ciencia y religión", me río, sigo caminando. LLego al lugar donde tenía que ir, tampoco había lo que precisaba, me mandan a otro a otras veinte cuadras por donde había estado. Decido ir caminando, por la misma calle, Cabildo, pero esta vez me pongo la música, y voy cantando. El paisaje mucho no cambia, gente, esquivar gente, el cielo, autos, colectivos. Las cuadras siguen pasando, y nuevamente, como en un pestañear, me reencuentro con la señora que antes lloraba, pero esta vez no lloraba, esta vez estaba acompañada por un criatura, de unos cuatro a seis años, y esta vez reían, ajenas a las lágrimas...

viernes, 18 de mayo de 2007

Cosa de locos

Un día estaba sentado en la vereda de mi casa cuando ví que a lo lejos venía un amigo caminando. El no notó mi presencia y eso que sólo nos separaba media cuadra de distancia. Se lo veía muy compenetrado en sus pensamientos y encima hacía gestos con la mano como que si estuviera hablando solo. Cuando pasó por al lado mío lo detuve, y evidentemente se sorprendió mucho que yo lo apremiara hablando solo.

-¿Qué hacés? –le pregunte.
-Nada - me respondió- bueno en realidad estoy hablando conmigo mismo, tengo un par de cosas que aclarar, pero ojo, no sea cosa de que pienses que escucho cosas en mi cabeza y que le estoy hablando a esas vocecitas, a ver si todavía la gente me trata de loco.

martes, 8 de mayo de 2007

Historia de Palito, el dibujo que cobró vida, y rápido la perdió...

Primero fue el fondo, un amarillo pastel porque me gustan los colores pastel. Segundo fue él, naranja, con palitos que siempre me gustó dibujar personas con palitos, y su expresión, ninguna. Y así empieza como cobró vida, o no, así comienza su historia.
El palito, u hombre, o personaje, o como quieran llamarlo si se encariñan con él, estaba caminando por el fondo amarilo pastel. De repente apareció una nube celeste, también pastel, y empezó a llover, pero la lluvia era negra, y no pastel, sino simplemente lluvia recta entrecortada y de costado. El palito no se pudo mover, quedó inmovil, esperando que la lluvia lo moje, pero la lluvia no se movía, no caía, y no era garúa. El palito se daba cuenta de eso, sabía que tenía que hacer, pero no lo hacía, demostraba lo contrario, y así su existencia bidimensional quedaba al descubierto. No le gustaba pasar por ridículo, pero pasaba, quería ser como es, pero no lo era. Cuestíon, quizás, es que la lluvia nunca llegue, y que palito nunca se mueva, y que la nube adorne para siempre el fondo amarillo pastel....

viernes, 4 de mayo de 2007

Viaje de ida ... vuelta, en el tren

A la mañana camino las cinco cuadras que hay hasta la estación y trato de tomarte un tren rápido que va desde Temperley hasta Constitución. Es un diesel, y tarde diez minutos menos que el eléctrico. Este día lo tomé. Es un día gris, como una llovizna que no cae, garúa se llama, pero a mi me gusta decirle así. Casi siempre el tren viene demasiado lleno, pero hoy vino tranquilo, y me pude quedar en la puerta, que siempre está abierta. Así que bien sujetado, escuchando Bowie, emprendí el viaje que me lleva a hacer lo que hago, todos los días, día tras día. Y he aquí un poco del paisaje que tanto disfruto.



De repente uno medio se asusta, pasa un tren el la vía de al lado y piensa que pasa demasiado cerca, pero no, el ruido hace que se pierda la música que escucho, pero se va, y continúo con el siguiente tema.


El riachuelo, apenas pasando la estación Avellaneda. Llego a Constitución, gente, en el subte la misma historia.



Y emprendo mi viaje de vuelta, pasaron más de diez horas desde que salí de mi casa. Por suerte otra vez tomo un rápido, y esta vez me siento en la puerta. De nuevo la lluvia que no cae, de nuevo los auriculares en mis oídos.

Más trenes que pasan cerca, más estaciones que van quedando atrás, siempre las mismas. Y llego a Temperley. Y subo las escalres, atravieso un pedazo del puente, y camino nuevamente las cinco cuadras.


jueves, 3 de mayo de 2007

Ilusión, desilusión, que más da?

No se esto de expresar pensamientos que significa, será publicarlos para después verlos y reirse de uno mismo, o darse verguenza, en todo caso es lo mismo. Haciendo alusión al título quiero hablar de la ilusión, por ende, ergo, entonces, la desilusión. Uno se ilusiona, cree en algo que no está pero que espera que esté, y no me refiero al futuro, sino a una ilusión en presente, a eso defino ilusión, a algo que empieza a asomar, que se manifiesta medianamente, o que uno cree, anhela, que está mínimamente pasando. Y ahí empieza la desilusión, cuando eso que uno creía no está, no pasa, y espera, espera pero se empieza a desilusionar. Entonces, esperar más será una posibilidad, pero que pasa sí uno es, digamos, ansioso, o no ansioso, pero que no acepta la incertidumbre de no saber, o que se pregunta para que demonios una tiene esa necesidad de saber. Quisiera poder decir, es mi ilusión, mi desilusión, qué necesito que se manifieste, si con lo que uno piensa debería ser suficiente. Me acuerdo de una frase que venía en un señalador hippie que me regaló una amiga, y decía algo así, como que no hay nada más acuciante que la certidumbre, y nada más bello que la incertidumbre, y sí, si uno sabe lo que va a pasar sería como aburrido, y la incertidumbre daría esa emoción de que uno no sabe que va a pasar, pero mierda, no me sirve en este momento esta frase, sólo la recordé. Volviendo, ahora que conté, una ridiculez, lo que fuere, me siento más tranquilo, me dan ganas de borrar todo lo escrito, porque realmente no se sí lo pienso así. Tal vez si la ilusión que tengo se vuelve realidad sería acuciante pensar que hacer con esa realidad, o sería gratificante, no lo sé, ni quiero saberlo, pero sin embargo pienso en la desilusión, que no es bella en este momento la incerteza. Ya, a la goma, creo que dije demasiadas incoherencias, y esto es para mí, y no se porque lo voy a publicar pero le voy a dar enter, le dí....

miércoles, 11 de abril de 2007

Tarde de hoy

Están quietas, deben llegar a más de cincuenta, de repente una, o dos, o varios pares levantan vuelo, y se van a posar a otro lugar. Las palomas son cómicas a veces, ahora que lo pienso. La plaza en adoquinada, como calles pequeñas que recorren grandes cuadrados de pasto, una especie de pequeño anfiteatro con escalinata en una punta, mesitas redondas en otro sector, los juegos, y en otra punta una fuente con varios pisos concéntricos de mayor a menor mirando de abajo para arriba, los bancos de madera, verdes, y otra vez las palomas que revolotean. Hay personas que sólo pasan, otras tantas como yo sólo sentadas, perros, nenes en los juegos, y las típicas personas mayores, de a tres o cuatro por banco, al solcito, algunas tejiendo, otras mirando, otros sólo charlando. Justo me pasa por delante un nene en bicicleta con su padre, lo ayuda a poner los pies sobre los pedales, y lo acompaña con la mano en el hombro. Un perrito se me pone debajo dle banco, está oliendo algo, y deja medio cuerpo afuera, le toco le lomo y se va corriendo. Pienso, como llegué hasta acá? Ah si, tenía que esperar un rato, hacer tiempo, hoy llovió y pensé que no iba a haber nadie. Ahora el mismo perrito sale corriendo a perseguir las palomas que estaban en el pasto, todas juntas salen volando y pasan por mi cabeza, más allá de admirarlas pienso que ninguna me cague la cabeza. Voy a parar, escribir rápido me cansa la mano, y además me quiero fumar un pucho...

lunes, 9 de abril de 2007

Paraíso


Los árboles, a lo lejos, un tornado, atrás. Caminarás sin prisa. Divisarás nubes de tormenta adelante, y un sol primaveral a tus espaldas. Vacilarás, temerás, amarás. Unas bestias no te dejarán pasar, una espada te hará sangrar. La música llega a tus oidos, las trompetas sonarán. Reirás, llorarás, te quedarás.......

martes, 3 de abril de 2007

N.d.A.

Los pasos dejan huellas imborrables, el camino yace ahí delante. El reloj sin tiempo nunca detiene su marcha , mientras tanto alguna vez ya no habrá más primaveras, ni hojas secas que formen un manto sobre el bosque. Las estrellas cuelgan inmóviles del cielo; nosotros somos los que crecemos, haciéndolas ver cada vez más cercanas.

lunes, 26 de marzo de 2007

Las manos que danzan

Era una calurosa mañana de principios de otoño; el cielo, fatigosa y lentamente, se iba desprendiendo de su obscuridad espesa. Las calles , no tan tristemente, todavía estaban medio desoladas.

El tren, apresuradamente, estaba repleto.

Vestido ligeramente acorde con la temperatura, me ubiqué en un rincón detrás del asiento individual, y muy cercano a la puerta que se abriría ocasionalmente.

Unos vagos hilos de sol se atrevieron a divisarse en el oriente, aparecidos como en un cuadro enmarcado por la puerta. Instantáneamente, por encima de las casas, comenzaba a mostrar su figura. Belleza cual ojos cegaban.

Una madre con su bebé reposaban en el asiento. Mi mano derecha, en busca de estabilidad del cuerpo, se agarraba con firmeza al respaldo del asiento. El bebé, pecho a pecho con su madre, me contemplaba asombrosamente.

Bajose su pequeña y tímida mirada hacia mi mano, la cual motivada místicamente moviose con entusiasmo, dedo a dedo, lado a lado. La dulce criatura alzó su diminuta mano y encontrose con la mía, comenzando una danza mágica e inolvidable...




jueves, 15 de marzo de 2007

Pistacho

El pistacho (Pistacia vera L.) es un árbol caducifolio dioico perteneciente a la familia Anacardiaceae, su fruto es una drupa monosperma rica en aceite (contenido medio próximo al 55 %) de 0.2-2,5 cm de longitud, ovalado, seco, con cáscara dura y lisa. La semilla es la parte comestible, compuesta por dos cotiledones voluminosos de coloración verde o verde amarillenta con tegumento rojizo. Su peso es aproximadamente de 1.40gramos.
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Me gusta comer pistacho. Tenerlos en un bolsa, o en lata si se compra en supermercado, e ir seleccionando cual me voy a comer. Tomarlo con los dedos, el gordo y el índice, y abrirlo utlizando las dos manos. Me quedo con una mitad, en la que está la semilla claro está, y me la llevo a la boca, mordiendo con los dientes delanteros. Y es en ese momento cuando el sentido del gusto entra en acción. Salado al principio, un gusto medio soso dirían algunos, pero ese sabor tan rico, tan carecterístico. Lo tengo unos segundos en la boca, y despúes muerdo, mastico y trago, quedándose un dejo entre pistachezco (¿?) y salado, y luego me paso la lengua por los labios. Todo esto con los pedacitos de cáscara en cada mano respectivamente, y la mayoría de las veces queda como una pielcita en una mitad, cosa que me la llevo a la boca y la como, sientiendole todo el gusto salado que queda en la cáscara.

martes, 13 de marzo de 2007

Caminando por el barrio

Ayer salí a caminar por el barrio. En realidad tenia que hacer una dilegencia, pero de paso aproveché para caminar, o viceversa, es decir, aproveché a hacer el mandado ya que salía a caminar. No recuerdo bien como fue. Cuestión es que estaba caminando, a la ida fui por el lado este, por una calle de adentro, lado este me refiero respecto del tren, del lado de mi casa. Quedan todavía calles adoquinadas, con árboles grandes cuyas copas hacen una especie de puente sobre la calle tocándose con sus vecinos de la mano de enfrente. Un par de caserones ingleses, siempre de a dos, no se por que. Y mi favorita, un casa inglesa venida abajo, grande, lástima que tiene una antena gigante delante, pero me encanta, y esta está solita, no tiene duplicado. Eran alrededor de las 5 de la tarde, hacía calor, pero disfrutaba el paseo, el sol se colaba entre las hojas de los árboles y con los ojos semicerrados parecía que me había levantado de una siesta. A la vuelta regresé por el lado oeste, donde ahí se encuentra el barrio inglés propiamente dicho, y bueno, muchas casas al mejor estilo mencionado, casonas. Pero más movimiento de gente de ese lado, mas peatones que esquivar, mas gente que mirar, mas gente que me miraba, mas caca de perro que esquivar. Finalmente volví a casa.

miércoles, 7 de marzo de 2007

Pie camina

Pie camina por mi barrio, pie camina por la ciudad. Pie se cansa a veces, pero no está solo en su andar. Pie tiene compañía, tanto abajo como arriba, pie disfruta cuando pisa.
Las calles ha de recorrer, con su calzado misterioso, dejando su huella, que nunca es una sola. Pie también se divierte, cuando a otros pares ataca misteriosamente.
Su camino no tiene fin, solo cuando me siento, o cuando de repente, me encuentro durmiendo.
La vida de pie es una sola, mas no le queda otra. ¿ Será su suerte, como la de muchos, esperar ansioso, para reposar? Encerrado en madera no se quiere hallar, pues así su destino no quiere encontrar. Cuando no quede suelo que recorrer, ni aire que patiar, a las estrellas, el solo quiere llegar...

miércoles, 28 de febrero de 2007

Yo gusto

Venía en el tren, y me gustó una persona. Me gustó de esa manera que te gusta alguien y no parás de mirar. Miraba, pero me di cuenta que a esa persona le gustaba otra persona, que la miraba también, pero menos sutil que yo, creo. ¿ Qué hubiera pasado si esa persona que era gustada por la persona que a mi me gustaba gustaba de mí? ¿ Y si comenzaba a mirarme? ¿ Y si se formaba un triangulo de personas que gustaban de esas personas, pero en el orden no correspondido? Claro, lo ideal hubiera sido que la persona que a mi me gustaba gustase de mi, o en el peor de los casos que la persona que le gustaba a la persona que a mi me gustaba tambien le gustara la persona de que esa persona gustaba. Pero bueno, nada de eso pasó, y aunque todos gustaban de todos, al fin y al cabo nadie gustó de nadie.

domingo, 25 de febrero de 2007

Despues de bañarme

No hay cosa que disfrute más que cortarme las uñas después de bañarme. Están blandas, tiernas, largas. El alicate se siente suave, corta y corta, da forma, no se traba, no duele. Que placer. Las manos, los pies, y decir que no tengo mas uñas para cortar, porque no me salen uñas en las orejas, o en los codos, o en la rodillas, horas y horas estaria cortando uñas, pero claro, siempre despues de bañarme. Si fuese asi, debería tomar baños mas largos, asi se ablandan mas y mas? Me gusta quedarme envuelto en la toalla, y para cortarme la de los pies me gusta estar sentado y poner el pie en la silla, con la rodilla en mi pecho, en mi barbilla. Tambien me gusta recolectar las uñas ya cortadas, amontonarlas todas en un cenicero, mientras me fumo un cigarrillo, y luego tirar todo en la basura...

lunes, 19 de febrero de 2007

Prisonnier

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miércoles, 14 de febrero de 2007

Tren



Es un juego simple, de por sí muy entretenido y trágicamente absurdo. Subido al tren eléctrico, acurrucado contra otros, bajar la cabeza y fijar la vista al piso. Separar levemente las piernas, aproximadamente medio metro o menos. Reposar todo el peso del cuerpo sobre una pierna, flexionando suavemente la rodilla. Repetir el movimiento hacia el otro lado, periódicamente. Intentarlo varias veces hasta quedar en perfecta armonía con el meneo del tren.

martes, 13 de febrero de 2007

Cancelan, y me da bronca...

Me acaba de cancelar un alumno, entonces aburrido me vine a un ciber, cerca del instituto. El chabon cancelo diciendo que el habia quedado en llamar para confirmar la hora, cuando ya habia tenido una semana entera el mismo horario, que bronca me da, pero bueno, a mi la hora me la pagan igual, jaja. Queria contar eso, asi que nada, o mucho...

lunes, 12 de febrero de 2007

Fatigas

Una vez tuve fatiga cerebral, y en todo ese día no pensé, no hice nada. La gente me hablaba, y como no tenía ganas de pensar lo que me decía me quedaba mirándolas fijo, con la mirada perdida. Ese día tampoco comí, porque me daba fatiga pensar que comer. Y ahora que lo pienso no se si esto realmente pasó, porque la fatiga cerebral tampoco me dejaba recordar las cosas que hacía, pero supongo que realmente pasó porque cuando lo pienso me dan ganas de hacer la fatiga nuevamente.

Una vez tuve fatiga ocular, y solo veía sombras y colores que se mezclaban. Ese día tampoco pude hacer nada, ya que no veía y las cosas que quería hacer no las podía hacer. Recuerdo que me golpeé varias veces con las paredes, y que en vez de comer brócoli comí un pedazo de vela aromática.

Una vez tuve fatiga bucal, y no hable en todo ese día. Claramente esta que tampoco comí ni tome nada, ni fume, ya que el solo hecho de abrir la boca me daba fatiga. Recuerdo que fue interesante tener la fatiga, ya que en todo el día me dedique a escuchar lo que decían los demás, no fue muy productivo ahora que lo pienso.

Una vez tuve fatiga dedal, y en ese día no moví las manos ni los dedos. No salí de mi casa, ya que no podía vestirme y salir desnudo no me pareció una buena idea. Intente ese día tomar un café valiéndome de los pies, pero todavía tengo la marca del café hirviendo.

Caca


No tengo una vieja maquina de escribir, no soy dueño de una infancia atormentadora ni trágica. No soy un alcohólico, ni uso drogas; no estoy loco, ni atormentado, ni sufro de ningún tipo de enfermedad. Pero quiero escribir, quiero contarles de mi historia. Antes de eso, si soy yo el que esta acá, o si es otro, o nadie, no me importa; antes de eso creo conveniente presentarme, o presentarlo, o no. Dispongo de una vida tranquila, como la de cualquier otro, y hago cosas como estudiar, trabajar, ser, estar, nada complicado. De vez en cuando, y muy de vez en cuando, cuando el animo me lo permite o cuando mi cabeza se apodera de mi cuerpo me complico, no estoy, no soy, no estudio ni trabajo, me pierdo. Pero en que me pierdo, no lo se, si fuera tan fácil no seria un problema, no me pasaría, si supiera en que pensara no lo estaría contando, seria algo mas de lo que soy, un pensamiento vago como por ejemplo cuando pienso en la gente que mira por la calle cuando yo los miro, nada fuera de lo normal. Pero por suerte, o no, esos momentos no son muy duraderos, entonces no llamo la atención de nadie, ni odio a nadie, ni me peleo con alguien, ni nada, solo espero a que se me pase y vuelvo en si, o en mi, o en otro, y sigo con mi vida, con sus vidas. Como verán no tengo mucho para contar de mi, o de él, no soy lo que soy, pero soy lo que hago, y en pocas palabras, resumiendo, no hago nada, o casi nada. Mi historia tampoco tiene nada de extraordinario, o de ordinario, no lo se, pero creo que es sólo una historia, y como he dicho tengo ganas de escribir, de contar. La historia comenzó un día, alrededor de las 9 de la mañana, y termino ese mismo día pero solo cinco minutos después, lo único extraño, o no, fue que no me tuve que limpiar el culo después de ir al baño.

jueves, 8 de febrero de 2007

Sorrentino


Fui hecho a mano, por un señor entrado en edad, que mantuvo y mantiene el comercio a través del tiempo, de las situaciones, las crisis. Sigue siendo la fábrica de pastas del barrio, la gente sigue comprando, según ellos somos riquísimos. Nacemos de a muchos, y todos tenemos el mismo destino. Somos cuidados, hechos, como dije, por manos frágiles, que denotan el paso del tiempo, nos acomodan cuidadosamente, casi como un arte, en cajas. La gente viene y compra de a una, dos o varias, y yo viajo con mis compañeros a sus casa. En algunos casos es como una especie de ritual, en otros solo una comida. Pero la cuestión es que, mientras espero mi tan ansiado fin, propósito, o no, se calienta el agua en una enorme, o no, olla o cacerola, se hace una salsa que en la historia del tomate será narrada, y cuando está como debe estar, me tiran, a mí y a mis compañeros en el agua hirviendo. Esperan, y cuando se supone que debe ser, según quien lo haga, nos sacan, me sacan, nos cuelan, me cuelan, y nos sirven en platos, con la salsa esparcida por sobre mi, nosotros. Y yo quedo sobre el plato sobre la mesa y me pinchan y me comen.

miércoles, 7 de febrero de 2007

Un cuento, o no...

Acá un cuento, o lo que fuese... Se titula "El colosal jardín"...

El colosal jardín

Cuando todavía el jardín era bello, una nueva vida solitaria y vulnerable fue depositada en él. Su piel desnuda acariciaba el verde pasto, sus lagrimas regaban las esplendorosas flores de diversos colores, sus ojos, aun sin comprender en lo mas mínimo, contemplaban tal majestuosidad predispuesta.

La criatura fue creciendo, poco a poco el éter claro y brilloso fue opacándose, las flores se fueron marchitando, el suelo se lleno tristemente de hojas secas derramadas por los árboles. Los insectos lúgubres acompañaban cada respirar sigiloso del ya crecido niño.

Añoraba aquello que no recordaba pero que permanecía latente en algún rincón de su cuerpo. Admiraba perplejamente lo horrible de su ambiente, le parecía hermoso. Pensaba en algun despertar que le cortara las cadenas que enmudecían su presencia.

Ya de viejo esperó a la muerte con ansias, viniendo esta en el momento mas deseado. Su cuerpo descansó tendido bajo el cielo que iba perdiendo sus matices grises. Lentamente su masa corporal se fue desvaneciendo, el pasto comenzó a crecer como alimentado por sangre fresca, las flores corrían desesperadas en las alturas, los árboles albergaban aves coloridas.

Ahí yacía, o despertaba; he aquí el colosal jardín...

Primera Publicacion

Lo primero, creo a mi parecer y/o menester, sería presentarme, o no, o presentar a esto que se llama blog. El título del mismo, La verga tiesa del mono, se debe a una expresión utlizada por quien escribe, en casos tales como uno usaría "la concha de la lora", pero esta vez cambiando de animal y de miembro sexual. El contenido que dispondrá el mismo irá variando según las reiteradas veces, o no, que haga uso de la expresión comentada, y del tiempo que el mono me lo disponga. Ahora mi título, Sebastián Ignacio Gonzalez, que se debe al nombre que elijieron mis padres para que me llame la gente y/o me identifique, tal vez, supongamos. Nacido y criado en Temperley, con residencia en el mismo lugar todavía. Dedicado a nada, con algunas que otras ocupaciones, tales como estudiar y trabajar un poco, y es aca donde diciendo que dedicado a nada, y teniendo algunas algunas ocupaciones quiero aclarar que sí les dedico tiempo, y me dedico a ellas, pero espero que se entienda la sutileza, o no. Estudio física, en la universidad de Buenos Aires, y por razones que aun desconozco, en un año y un poco mas tendría el título de licenciado. Trabajo dando clases de apoyo de matemática y física, cosa que disfruto y es de mi agrado, pero como todo cuando es repetitivo suele cansar.
Esto fue un pantallazo, como cuando uno abre un libro en cualquier página y lee un párrafo, pero esto fue, pongámosle, el prólogo, o sólo la primer página, o nada, y olvidemos todo lo que puse a partir del punto y aparte...